En ocasiones en el mundo de las relaciones laborales nos enfrentamos a situaciones complicadas. Quizás la más dura puede ser aquella en la que perdemos el trabajo por causas ajenas a nuestra voluntad. Hablamos del despido. Además de enfrentarnos a consecuencias psicosociales que influyen en nuestro estado de ánimo, como puede ser la frustración, estrés, pérdida de la autoestima, deterioro de relaciones humanas, e incluso pérdida de seguridad en uno mismo, nos enfrentamos también al aspecto burocrático que rodea el despido: carta de preaviso, finiquito, indemnizaciones…
¿Pero cómo podemos calcular esta indemnización?
Para calcular la indemnización por despido hay una serie de factores a tener en cuenta. Estos variarán el resultado en función de la relación contractual de cada trabajador, puesto que el cálculo se realiza sobre variables tales como el salario, la antigüedad y el tipo de despido. Este último punto es especialmente relevante, pues no se cobra lo mismo si la indemnización trae causa de un despido improcedente, procedente o de otras formas de poner fin a la relación contractual.
Como resultado, para calcular la indemnización por despido debes averiguar cuál es tu salario diario; el tipo y calificación del despido; y la antigüedad en la empresa.
Cómo calcular el salario diario
Existen varias formas para calcular este salario diario. Podemos coger una nómina y ver el salario bruto mensual. Si dividimos éste entre 30 obtendremos el salario diario.
Otra forma para calcularlo es calcular el salario anual. Sumamos los salarios brutos de los 12 meses y le añadimos las pagas extraordinarias. La suma restante la dividimos entre 360 días.
Hay que decir que, si tu salario no es fijo, sino que es variable, habría que coger todas las bases de cotización del año y sumarlas, para después dividir la cantidad resultante de esa operación entre 360. De esta manera obtendremos el salario diario.
Una vez que tenemos el salario diario, calcularíamos la cantidad del despido en función de la categoría del mismo, pudiendo éste ser improcedente o procedente.
Indemnización por despido improcedente
En el supuesto de los despidos improcedentes, y si tu contrato es de fecha anterior al 12 de febrero de 2012, tendrás derecho a una indemnización de 45 días por año trabajado.
Si el contrato es de fecha posterior, la indemnización será de 33 días por cada año trabajado.
Si los años no son exactos, puedes multiplicar el salario diario por el número de meses trabajados por 3,75 (45 días por año trabajado entre 12 meses), en el primer caso, y por 2,75 (33 días por año trabajado entre 12 meses) en el segundo.
Indemnización por despido procedente
Hay que indicar que el despido procedente es el que se suele usar con tres tipologías, para despidos colectivos (como ERE), también como aquellos casos en los que se produce la extinción de la personalidad jurídica y aquellos casos en los que el despido se conoce como disciplinario (en este tipo de despidos el trabajador no tiene derecho a indemnización, aunque sí al finiquito).
En el caso de despidos procedentes hay que calcularlo de otra forma diferente. Hay que contar 20 días por año trabajado, con un tope máximo de 12 mensualidades. De nuevo, deberás multiplicar el sueldo diario por el número de años y por los 20 días por año trabajados.
Existe una herramienta gratuita del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) que nos ayuda a calcular las indemnizaciones. Para ello necesitaríamos completar los datos de fecha de inicio y finalización de la relación laboral y la cuantía del salario diario, mensual o anual. Una vez indicado, la aplicación te calcula cada indemnización en función al tipo de extinción del contrato que se realice. Te dejamos a continuación el enlace :
Por último, y ya para terminar, si tienes dudas sobre la indemnización que te ofrecen y crees que no están calculados correctamente o no estás conforme con el tipo de despido, no dudes en consultar con un graduado social antes de tomar ninguna decisión.